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Fecha de publicación Mayo 29, 2020

Cuidemos los riñones en la infancia, para evitar enfermedades renales en la adultez

Los riñones son órganos vitales para el cuerpo, pues gracias a su trabajo se mantiene el equilibrio de los líquidos y electrolitos, además de filtrar la sangre y eliminar los desechos del cuerpo. Si los riñones comienzan a presentar fallas en su funcionamiento, es probable que puedan aparecer diversas complicaciones como la hipertensión arterial, la enfermedad renal crónica, la insuficiencia cardíaca, entre otras patologías, que afectan considerablemente la calidad de vida de las personas. 

Muchas personas creen que los problemas urinarios solo suceden en la adultez, algo que es falso, de hecho, muchas de estas enfermedades son prevenibles si se abordan desde la infancia, por ello es muy importante el trabajo que realiza la nefrología pediátrica, una subespecialidad médica que se encarga del estudio de las enfermedades renales en la infancia, es decir, desde la gestación hasta los 18 años.

 

Enfermedades renales en niños, una problemática más común de lo que se cree

De acuerdo con la Doctora Pahola Shirley Atehortúa Baena, Subespecialista en Nefrología Pediátrica de la Clínica Universitaria Bolivariana, “aproximadamente el 30% de las malformaciones que se detectan durante la gestación son renales, lo cual evidencia la alta prevalencia de este tipo de afecciones. Asimismo, es frecuente la infección urinaria en los niños, especialmente en los menores de 2 años que presentan fiebre sin una causa aparente. Estos niños tienen mayor probabilidad de malformaciones del tracto urinario y de complicaciones a largo plazo”.

En relación con las infecciones urinarias, el nefrólogo pediátrico se encarga de analizar y determinar por qué se producen y brindar educación a la familia con el fin de evitar que las infecciones se vuelvan recurrentes, previniendo el deterioro de la función renal posteriormente.

De igual manera, los niños con bajo peso al nacer como los prematuros, requieren una vigilancia especial por varias especialidades, incluyendo la nefrología pediátrica, pues también están en riesgo de padecer enfermedad renal crónica.

 

Nefrología Pediátrica

Doctora Pahola Shirley Atehortúa Baena, Subespecialista en Nefrología Pediátrica de la Clínica Universitaria Bolivariana

 

4 claves para cuidar la salud renal en la infancia

La Doctora Atehortúa señala que existen 4 claves para el cuidado de la salud renal en la infancia:

1. Realizarse la ecografía gestacional temprana de tercer nivel en las mujeres gestantes es primordial para el diagnóstico de las enfermedades renales congénitas.

2. Mantener estilos de vida saludables ayuda al cuidado de los niños y en general a todo el cuerpo, por ello es importante comer frutas y verduras, ingerir abundantes líquidos, evitar el exceso de sal en la dieta (por ejemplo: procurar no alimentos de larga duración), realizar ejercicio, entre otros.

3. Mantener adecuados hábitos de micción, sin aguantarse las ganas de orinar.

4. Identificar y consultar rápidamente al servicio de urgencias si el niño tiene síntomas de infección urinaria: fiebre, dolor abdominal, ardor o dolor para orinar y orina con mal olor. De esta manera se le practicarán los exámenes necesarios para determinar el diagnóstico y tratamiento oportunos y así evitar complicaciones.

 

En definitiva

El trabajo de la Nefrología Pediátrica es muy importante en cuidado de la salud de los niños, gracias a la alta prevalencia de las enfermedades renales en la infancia. En caso de sospechar el padecimiento de una infección urinaria, es importante consultar con un nefrólogo pediátrico para que realice un diagnóstico y manejo adecuado, y brinde la información educativa necesaria.

En la Clínica Universitaria Bolivariana cuidamos de la salud renal de los niños al contar con la Subespecialización de Nefrología Pediátrica, la cual trabaja en conjunto con otras Especialidades Médicas para brindar un cuidado integral a los pacientes, que ayude a su pronta recuperación.

 

Agradecimientos a la Doctora Pahola Shirley Atehortúa Baena, Subespecialista en Nefrología Pediátrica de la Clínica Universitaria Bolivariana, por su colaboración en la elaboración de este artículo.