Clinica Universitaria Bolivariana offers health services with an emphasis on high and medium- complexity, and under a model of care focused on satisfying the needs and expectations of patients and their families, guaranteeing high standards of quality and safety.
Welcome to Clinica Universitaria Bolivariana; we feel very proud that you and your family have chosen us. You are very important to us and that is why we strive to provide you with high quality, scientific, human, and very safe care.
Being one of the few Accredited Institutions in Health in Colombia, the Clinica Universitaria Bolivariana is proactive in generating an exclusive space for its International Patients, seeking to strengthen its relationship with them through the information of interest. Thanks for choosing us.
La Clínica Universitaria Bolivariana ofrece servicios de salud con énfasis en alta y mediana complejidad y bajo un modelo de atención centrado en la satisfacción de las necesidades y expectativas de sus pacientes y sus familias, garantizando altos estándares de calidad y seguridad.
Bienvenidos a la Clínica Universitaria Bolivariana, nos sentimos muy orgullosos de que usted y su familia nos hayan escogido. Ustedes son muy importantes para nosotros y por eso nos esmeramos por brindarle una atención con alta calidad científica, humana y muy segura.
La Clínica Universitaria Bolivariana es una intitución con Acreditación en Salud y certificada como Hospital Universitaria, que le apuesta a la generación y transferencia del concoimiento, para mejorar el estado de salud de sus pacientes y la sociedad en general.
Fecha de publicación Marzo 11, 2020
El delirium es un trastorno de las funciones mentales que aparece, cuando se reduce el nivel de alerta como consecuencia de algún problema de salud. Aunque algunos médicos utilizan términos como delirio o síndrome confusional, la denominación más aceptada es la de delirium.
Este trastorno se caracteriza, por presentar tres tipos de síntomas: cognitivos (dificultades para atender el entorno, orientarse y recordar información), circadianos (cambios del sueño y de la cantidad de actividad) y del pensamiento de orden superior (dificultades para comprender la información, comunicarse o planear cosas). Además, algunos pacientes pueden tener alteraciones en la percepción (alucinaciones) o ideas delirantes (ideas falsas que no se modifican a pesar de las explicaciones).
El delirium empieza generalmente de forma rápida y sus síntomas se presentan de manera intermitente a lo largo del día. Le ocurre a una de cada cinco personas hospitalizadas y es común en pacientes con problemas agudos de salud o con demencia (en estos casos puede ser debido a causas relativamente leves).
El objetivo terapéutico es disminuir el sufrimiento, evitar complicaciones (lesiones, hospitalización prolongada, entre otros problemas de salud) y mejorar el pronóstico mental y funcional.
A continuación, encontrará las respuestas a las 10 preguntas más frecuentes sobre este tema, información útil para los pacientes, sus familiares y acompañantes. En caso de sospechar el padecimiento de este trastorno, consulte con el Servicio de Urgencias. En la Clínica Universitaria Bolivariana, contamos con especialistas altamente cualificados para tratar esta alteración del estado mental:
No es una enfermedad. Es la alteración del estado mental de una persona que se produce al disminuir de forma anormal el estado de alerta sin que se haya llegado al extremo del coma. Algunos autores lo llaman “insuficiencia cerebral aguda”.
Durante el tiempo que dura un episodio, quien lo padece tiene dificultades para orientarse, atender y concentrarse, almacenar información sobre lo que está ocurriendo y expresar lo piensa. Muchas personas pueden tener alterado el patrón del sueño, con insomnio nocturno y somnolencia en el día. A veces hay lentitud en los movimientos (delirium hipoactivo), en otras ocasiones puede haber inquietud (delirium hiperactivo), y en algunas ocasiones se dan también casos mixtos, por ejemplo, aunque los movimientos son lentos, la persona no puede estarse quieta. Cabe mencionar, que algunos pacientes no presentan problemas para moverse.
Aunque no es lo habitual, pude haber suspicacia o malas interpretaciones de los que sucede alrededor (ideas delirantes) o alteraciones en lo que se percibe (por ejemplo, alucinaciones visuales).
El delirium es consecuencia de algún otro problema de salud, una misma persona puede presentar varios factores de riesgo, estos se clasifican en dos tipos:
La aparición del delirium depende de la interacción entre los diferentes factores de riesgo en un paciente.
Con frecuencia el inicio es rápido. La intensidad de los síntomas puede variar a lo largo del día, de modo que un paciente puede verse aparentemente bien en la mañana y estar muy mal durante la noche. Alrededor de la mitad de los casos, se resuelven entre las primeras 24 a 48 horas, siempre y cuando se logre tratar el origen. Cuando el episodio se prolonga por más tiempo no se puede tratar la causa o hay una demencia o deterioro cognitivo leve, el pronóstico empeora.
El tratamiento ha de implicar medidas tanto no farmacológicas como farmacológicas:
En general, se mantiene alrededor de una semana después de la mejoría clínica. El médico puede ir reduciendo lentamente la medicación durante esa semana, hasta retirarla completamente.
Las consecuencias negativas del delirium sobre el funcionamiento cerebral y el riesgo de caídas o de otras complicaciones graves, aumentan con la duración del episodio. Entre más rápido se detecte el trastorno y se inicien las medidas para corregirlo, mejor será el pronóstico.
El delirium disminuye a largo plazo funciones cognitivas como la atención, la memoria o la capacidad de orientarse en el medio, esto se traduce en un peor desempeño en las actividades de la vida diaria. Entre más se prolonga un episodio del trastorno, más aumenta el riesgo de morir en los meses siguientes.
En la medida de lo posible, es fundamental cuidar cualquier trastorno neurocognitivo (deterioro cognitivo leve, demencia, etc.), que pueda tener un paciente. Asimismo, hay que asegurarse de mantener las horas normales de sueño (higiene del sueño).
Por otro lado, es útil detectar y tratar los problemas de agudeza visual o auditiva, hidratarse de forma adecuada y no auto-medicarse.
Los familiares y cuidadores tienen mucho por aportar al manejo no farmacológico: pueden ayudar a crear un ambiente relajado, mantener dentro de un límite razonable la cantidad de visitantes que acompañan a la persona con delirium, orientar al paciente (día de la semana, fecha y lugar) y evitar oscurecer la habitación durante el día. De igual manera, es importante moderar los estímulos ambientales (alto volumen de la televisión, de la radio o de las conversaciones). Es fundamental la comunicación con el equipo tratante y seguir las indicaciones médicas.
Referencias
Agradecimientos para el Doctor José Gabriel Franco Vásquez, Docente e Investigador de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad Pontificia Bolivariana, por su colaboración en la elaboración de este artículo.